miércoles, 12 de diciembre de 2018

HOMENAJE A LA CASA DE LA LIBERTAD

Dr. Antonio Dubravcic Luksic


El valor de conocer la historia, no es como se ha dicho, para ayudarnos a no repetir errores, porque en realidad, a mi entender, la historia no se repite, como no se repite nada por igual en la vida humana. El valor radica en enseñarnos a conocer a los que nos precedieron, ¿quiénes fueron?, ¿qué hicieron?, para que de esa manara podamos comprender el presente y prever el futuro.
 El hombre, como Jano, vive mirando simultáneamente hacia su pasado y su futuro, lo aprendido en el pasado le sirve, teóricamente para construir un futuro mejor.


Se denomina "Casa de la Libertad", al antiguo edificio  universitario de los Jesuitas, por que en él se graduaron los Doctores de Charcas los principales protagonistas de las revoluciones de 1809: el 25 de mayo en Chuquisaca, el 16 de julio en  La Paz, el 10 de agosto en Quito, así como el 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires, y porque en su recito se proclamo la independencia de Alto Perú o Charcas.
 Este edificio  comprende un amplio   claustro, rodeado  de galerías de una sola planta, bajo cubiertas que se apoyan en columnas de piedra granítica. Un gran portón de cedro nativo, tachonado de clavos de bronce , con dos aldabones, se abre sobre  la Plaza Mayo
    Remontándonos a la historia, el día 15 de abril de 1624, la Compañía de Jesús, tomo posesión de estos terrenos, con destino al funcionamiento de la Universidad de San Francisco Xavier, a partir de esa fecha, en este solar se efectuaron las construcciones que comprendían la Capilla o Aula Magna, lo que hoy en día constituye la Casa de la Libertad. Ella representa el Templo Sagrado de la Patria, la Casa de la bolivianidad, fue donde se prendió la llama de la libertad un 25 de mayo de 1809, que iluminó esta parte del continente americano.
  En los 384 años de existencia de esta vieja casona, desde luego, el acto histórico trascendental
y el más importante, fue la Proclamación de la Independencia de Bolivia.
 
 
Aquí un día estelar, el sábado 6 de agosto de 1825, nació la Patria, en estos recintos vibró la voz de los 48 representantes de las cinco provincias altoperuanas, que asistieron a la Asamblea Deliberante. El Diputado Secretario Ángel Mariano Moscoso dio lectura al extenso documento recordando que “El furioso león de Iberia que lanzándose desde las columnas de Hércules hasta los imperios de Moctezuma y Atahuallpa había despedazado el desgraciado cuero de América…”Aquí se bautizo a Bolivia, se dotó de una Constitución Política a esta naciente república. Se crearon los símbolos patrios, la primera bandera con una franja horizontal roja ancha enmarcada por dos bandas verdes mas estrechas, al centro se encontraban cinco estrellas que representaron a las cinco provincias

El primer escudo tenia en su interior tres campos horizontales, la franja superior se apreció cinco estrellas que representaron a los cinco departamentos, en el área central se ubicó el árbol del pan y una llama. En la parte superior el cerro de Potosí y dos figuras femeninas ostentaron una cinta con la leyenda “República de Bolívar”. 



SALÓN DE LA  INDEPENDENCIA

En este sagrado recinto el 12 de julio de 1839 se le otorgó a nuestra ciudad la justa Capitalia de Bolivia. Después de prolongados debates, el Congreso Constituyente presidido por el Honorable Gregorio Reynolds sancionó la siguiente Ley que en su Articulo Primero estable: “La ciudad de Chuquisaca es la capital de la República y conforme a la ley de 11 de agosto de 1825 se llamará en adelante la Ciudad de Sucre”
 Originalmente  fue la Capilla de los jesuitas, con la expulsión de los mismos, paso a ser Aula Magna de la Universidad. Fue la sede de la Asamblea Deliberante que creo la República de Bolivia.. A partir de sa fecha y hasta 1898, se reunión el Congreso Boliviano. En ella presto el Juramento de Ley el Mariscal  Sucre como Presidente de la Republica de Bolivia
Pero también esta vieja casona fue ultrajada por algunos malos bolivianos, Alcides Arguedas con su pluma mordaz y altiva, refiere un triste episodio de lesa cultura, acaecido el 12 de noviembre de 1848, describe esas escenas de la siguiente manera:
 “Los soldados de Belzú, comandados por un militar engreído por su valor y apostura torpe, entraron en son de guerra y saqueo a la Capital de Bolivia en la tarde del 12 de noviembre, el Jefe de la Gavilla Gonzalo Lanza, hizo abrir a balazos las puertas y entraron los soldados y las bestias… o si prefieren las bestias y los soldados, en el Palacio de los Legisladores, se lanzaron al despilfarro y destrucción de papeles. El palacio de los legisladores en esa época era a la vez salón y biblioteca. Allí se habían agrupado los archivos del Cabildo de la ciudad, los de la Real Carolina Academia forense, donde latía el pensamiento de trescientos años en las aulas que engendraron la revolución (del 25 de Mayo de 1809). Habían también las actas de las discusiones legislativas, desde el año 25 (1825), el texto original de los tratados concluidos por la nueva nación y todos los documentos del Crédito público y de la Deuda Española, esto es, había en las salas del Congreso toda clase de piezas únicas para reconstruir el pasado y evocar la viviente fisonomía de esas épocas imprecisas en que comenzaba a nacer el instinto de sociabilidad en las gentes aborígenes. Allí reposaba, virgen y hierática, la Historia, esperando la mano cuidadosa y piadosa de alguien que con intenso amor al pasado, modesto en el esfuerzo y fuerte en la intención fuese a sorprender su misterio y su mutismo, para fijar eternamente los rasgos propios de esos primeros tiempos gastados en la titánica lucha contra las fuerzas naturales, contra los instintos mismos de la propia personalidad, llenos de vicisitudes, algo bárbaros y grandes por la simplicidad heroica de los conquistadores, por su fortaleza y su valor nunca superables, por su barbarie humana y su sed infinita de gloria y riquezas…

 
LA SALA DE LOS GUERRILLEROS
 
Esta destinada a recordar los guerrilleros que combatieron contra lasa tropas virreinales. En este ambiente se destaca la efigie de Doña Juana Azurduy, la insigne mujer chuquisaqueña, que dirigió  su escuadros "Leales", coadyuvo a esposa  Manuel Ascencio  Padilla, también se exhibe la efigie ecuestre de Manuel Ascencio Padilla, principal caudillo de "Los Montoneros".
 El retrato auténtico del Brigadier realista José Manuel de Goyeneche .
 Al centro de la Sala un cofre de madera tallada guarda  los restos de Doña Juana Azurduy fallecida en Sucre un 25 de mayo de 1862 a la edad de 82 años. 
LA BANDERA DE BELGRANO
Es la enseña que el General Manuel Belgrano, Comandante del Ejercito, enarbolo por primera vez  el 27 de febrero de 1813.La misma flameo en la Batalla de Salta. Con sus pliegues albi celestes, el ejercito argentino  fue derrotado en las Batallas de Vilcapujio y Ayohuma, la bandera la ocultaron, casualmente fue encontrada años después en 1885 en el tempo rural de Titiri no lejos de Ayohuma, jurisdicción de Macha, escondida en el altar, detrás de un cuadro, por lo que se la conoce como Bandera de Macha. En la misma sala se exhiben los retratos del General Belgrano y del Brigadier General Cornelio Saavedra.
GALERÍA DE PRESIDENTES
 
La antigua Cámara de Senadores, actualmente e encuentra dedicada a la Galería de Presidentes, dese el primero el Mariscal Sucre, se completa esta Galería con algunas prendas personales, armas, bastones  de ceremonia y uniformes de los mandatarios. En la testera de la sala se encuentra un gigantesco busto del Libertador Bolívar, tallado en una sola pieza de algarrobo, por el artista Mauro Núñez, esta flanqueado  por las tres banderas bolivianas, la de 1825, la de 1826 y la actual.
 Otra bandera, la última que flameó en Antofagasta el 14 de febrero de 1879, y que fue rescatada por Genoveva Ríos, antes de que fuera ultrajada por los invasores chilenos, se halla guardada y exhibida en una vitrin
a en la parte baja de esta sala.

Finalizada la Guerra Civil de 1898-99, la Sociedad Geográfica y de Historia “Sucre”, en actitud patriótica y por voluntad de la Capital Constitucional de Bolivia, asumió la responsabilidad de la conservación de este monumento histórico que recibió el excelso nombre de “Casa de la Libertad”.
A la Sociedad Geográfica y de Historia “Sucre” le encomendaron a través de un Decreto Supremo de 1939 la custodia de la Casa de la Libertad, misión que fue cumplida hasta 1974, año en que el Supremo Gobierno de la Nación en un Decreto Supremo encomendó al Banco Central de Bolivia la restauración y reparación del edificio. En 1983 el Gobierno Nacional asignó a la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia la tuición y administración de este repositorio nacional.
La Casa de la Libertad, representa la lucha del pueblo por conseguir su independencia, en Bolivia, en esta Casa, se inspira el culto eterno a los héroes, y se infunde el respecto a la bendita tricolor nacional.

Bibliografia
Rúa María del Carmen “Casa de la Libertad” Aquí nació Bolivia pag 11 Editorial Judicial 1999
Gantier Joaquin “La Casa de la Libertad” Banco Central de Bolivia 1975
Linares U. Mario “La Casa de la Libertad” Banco Central de Bolivia 2006
Arguedas Alcides “La Plebe en acción”

Dubravcic L.A “Homenaje a la Casa de la Libertad” Conferencia en la Sociedad Geográfica y de Historia ·”Sucre” 2007Querejazu C. Jorge “La Casa de la Libertad”  Banco Central de Bolivia 1999   
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miércoles, 28 de noviembre de 2018

EL SECRETO DE SER FELIZ

Dr. Antonio Dubravcic Luksic

Busca en tu interior el ser de luz que eres.
Busca dentro de ti lo que es mejor para ti.
Aprende a conocerte, a saber quién eres, que deseas y que sientes.
Llénate de pensamientos positivos, has de ello un hábito y verás como aprendes a vivir cada experiencia como una oportunidad para crecer, para ser humilde y sabio a la vez.

Aleja de ti la soberbia, la vanidad y avasallar a otro para demostrar simplemente que tienes razón.
Ama tu cuerpo, porque alberga no solo tu mente sino que también es el refugio de tu ser, de tu espíritu y tu alma.

Aprende a dar con AMOR!!!!
Atrae lo mejor para ti, tu intención sobre lo que deseas, tu persistencia y tu fe, te mantendrán saludable, en paz y en armonía.

Controla tu ansiedad DIOS nunca se atrasa, todo llegará en el momento correcto, en el tiempo estipulado. Renueva tus esperanzas día a día y cuando sientas que no puedes recurre a tu DIOS, a tus ángeles, porque ellos están allí, siempre que los necesites están ahí y verás!!!! Cómo nuevamente te conectas con tu fuerza, con tus dones, tus cualidades, tu personalidad espiritual y tu misión. Descubre que todo lo que deseas está en ti, lo que deseas crear y pensar para ti, depende de tu voluntad y la fe puesta en ti mismo.

Atrévete a volar con tus propias alas…

Disfruta de las pequeñas cosas de la vida……Un cielo soleado, el aire acariciando tu rostro, la sonrisa y el afecto de todos los seres con los que te cruces, pon amor en todo lo que hagas y lo que digas…El universo y la abundancia que hay en él, es para ti, siéntete digno de poseerla, porque eres parte de la naturaleza desde tu origen!!!!

Sé que lo sabes! … pero debes valorarlo!

Entonces y solo entonces comprenderás que:

Algo has venido a hacer o a cumplir.
Algo está reservado para ti.

Algo se está gestando dentro de ti.
Recorre el camino de la vida, con la alegría y la Felicidadde saber que eres parte de la energía suprema que hay en el universo, que eres único e irrepetible y…

Recuerda:
Aquello que siembres, cosecharás
Aquello que des, recibirás
Aquello que pienses, se concretará
Aquello que sueñes, se hará realidad.

Por eso:
Sueña, atrévete a soñar!!!!
Ve donde quieras ir!!!!
Sé lo que quieras ser!!!!



martes, 27 de noviembre de 2018

HISTORIA DEL HOSPITAL "SANTA BARBARA"

Dr. Antonio Dubravcic Luksic


Desde hace más de cuatro siglos, el hospital "Santa Bárbara" viene cumpliendo en beneficio de la colectividad un servicio de salud inininterrumpido considerado como el decano  de los servicios médicos en todo el país y sin duda uno de los más antiguos y persistentes en América Latina.

 Recordemos en forma sintética algunos pasajes del hecho histórico que representó su creación, realizada el 1 de enero de 1559. Rendimos nuestro homenaje al Cuadringentésimo quincuagésimo noveno  aniversario de su fundación
 Con el propósito de preservar la salud y proteger el capital humano, en las villas y ciudades recién fundadas, una Orden Real dictada por el Rey Carlos V, indicaba: "Encargamos a nuestros virreyes, audiencias y gobernadores, que con especial cuidado, provean que todos los españoles, indios de sus provincias y jurisdicciones, se funden hospitales donde sean cuidados los pobres enfermos, y se ejercite la caridad humana…" Realizada la  fundación de  la Villa de La Plata, las autoridades procedieron a la distribución de solares pero no se destinó ningún  solar o sitio alguno para la edificación de un hospital
 Con anterioridad  a  esa resolución, los enfermos de la villa eran asistidos por los curanderos naturales (jampiris), o simplemente socorridos por los religiosos de los conventos existentes, donde se les proporcionaba algunos medicamentos
El filántropo Bartolomé Hernández. En 1554, se estableció en la Villa de La Plata don Bartolomé Hernández, próspero mercader y afortunado minero. En su domicilio organizó un albergue donde proporcionó a los enfermos hospedaje, curación y alimentación. Así este filántropo industrial fue el precursor del hospital.

Antes de su fallecimiento dejó en su testamento 2.000.- pesos corrientes, para que puestos a Censo los réditos obtenidos por esa suma de dinero, se continuara con ese piadoso servicio.
 Una vez sucedido esto y movilizado el vecindario de La Plata en todas sus clases, exigió a las autoridades que de una vez por todas, los enfermos fueran atendidos en forma eficaz y cristiana en un hospital, para cuya construcción se contaba con algún dinero fruto de las limosnas y donaciones.
Comenzaron las obras en 1559, fue el Cabildo Secular el que por la presión de una población cada vez más numerosa y al estar convencido que solo la puesta en funcionamiento de un hospital aliviaría la salud de los enfermos pobres, se acordó la ejecución de la obra en una memorable reunión que estuvo integrada por los miembros del Cabildo, el Alcalde Ordinario Martín Almendras y el Corregidor y Justicia Mayor señor Altamirano. En esa reunión se nombró a los Canónigos Miguel Serra y Juan Ramos como Mayordomo y encargado de la construcción del nuevo hospital que se edificó anexo a la Iglesia de Santa Bárbara, originalmente una Ermita.
Al cabo de cuatro años finalizó la obra, el año 1563. Como una curiosidad arquitectónica, apuntaremos que Diego Sayago, maestro de albañilería, fue quien ejecutó la obra de la "insigne portada" del hospital, "a manera y suerte" del dibujo que tenía en su poder el fraile franciscano Hermano Juan de La Fuente, uno de sus primeros administradores. A la conclusión de las obras referidas, fue designado como primer Mayordomo y Administrador el Bachiller Hernán Gutiérrez de Palacios.
El nuevo nosocomio contó con tres salas que en aquel tiempo se denominaban enfermerías. La primera tuvo catorce camas donde se curaban los españoles; en la segunda, con diez y nueve camas, se atendía a los indios y en la tercera con diez y seis camas, se curaba a los mestizos mulatos y negros.
Según el cronista colonial Vásquez de Espinosa en 1610 el hospital tenia una capacidad de 55 camas, para una población en la Villa de la Plata de 3.072 habitantes, distribuidos de la siguiente manera: 1.100 hombres y 1500 mujeres, 300 sirvientes, 140 mulatos y zambos y 32 esclavos negros.
El personal fundacional estuvo constituido por un médico, cirujano, capellán, barbero y un enfermero, además de unos indios yanaconas que servían a los enfermos y acudían a todo lo necesario.
El personal fundacional estuvo constituido por un médico, cirujano, capellán, barbero y un enfermero, además de unos indios yanaconas que servían a los enfermos y acudían a todo lo necesario.
 El hospital de Santa Bárbara fue atendido por los algunos frailes, el hermano franciscano Juan de la Fuente, natural de Toledo, habiendo ingresado en tres oportunidades al hospital, tuvo que quedarse sirviendo en él por mas de 20 años, construyó la enfermería, hizo una botica con todo género de medicinas, adornó las salas con pinturas, reedifico la iglesia de nuevo con un hermoso campanario, a esta época se refiere la  construcción de la portada que actualmente presenta el edificio. Juan de Vivaz, fue un hermano lego de la orden de san Francisco, que sirvió durante muchos años en el hospital. El Dr. José Colmenares médico del hospital, reemplazado por el Dr. Francisco Xavier Mosquera, natural de Málaga, fue nombrado médico titular del Hospital Santa Bárbara por los maestros del Real Colegio de Cirujía de Cádiz, en la misma  época Don Jaime Pérez, se recibió  el título de cirujano en Buenos Aires y fue nombrado  médico del hospital Santa Bárbara.
Torralli Cauchoin Chales Auguste (1790 – 1840) natural de Francia, fue Cirujano del Ejército del Libertador  Simón Bolívar. Durante muchos años, se desempeñó como cirujano del hospital "Santa Bárbara", luego fue designado Director, en el ejercicio  de esas funciones aplicó una serie de reformas, sobre la forma de curar las heridas, se dedicó íntegramente  a la reconstrucción del hospital transformando las covachas sucias y malolientes en amplias salas con buena ventilación. 
El Ministro del Interior Don Mariano Enrique Calvo (1834), con motivo de una visita a ese hospital manifestó: "que las reformas que se han realizado en el hospital Santa Bárbara en su mayor parte se deben a la actividad infatigable y ardiente celo que el Dr. Torralli ha consagrado a esta obra benéfica"
 
Diferentes instituciones religiosas tuvieron a su cargo la administración  del hospital Santa Bárbara:   los Religiosos Juandedianos (1664-1825), el Cuerpo Médico de la Sociedad Humanitaria San Vicente de Paúl (1863-1883), las Hijas de Santa Ana y por ultimo desde 1899 la orden de las Siervas de María se hicieron cargo  de la atención de los pacientes,. En la actualidad la administración se halla a cargo  de e la Alcaldía Municipal de Chuquisaca. El edificio tiene tres patios, el primero aun conserva su estructura renacentista junto a la iglesia, de cuya construcción queda el artesonado y la fachada, interiormente la iglesia presenta un estilo neogótico que data de 1887.
 El 21 de enero de 1899 Las Siervas de María tomaron posesión del Hospital y también del Manicomio “Pacheco”. Al cumplir 50 años de benéfica labor en Bolivia, en 1949, el Supremo Gobierno de la Nación, en reconocimiento a sus méritos les concedió la máxima condecoración boliviana, “La Medalla del Cóndor de los Andes”. Las Siervas de María, una institución religiosa muy apreciada y reconocida por la población.
 
 Con motivo de conmemorar los 434 años de la fundación del Hospital "Santa Bárbara" el Señor Ministro de Previsión Social y Salud Publica Dr. Carlos Dabdoub en representación del Señor  Presidente de la Republica , Lic. Jaime Paz Zamora, impuso la Condecoración  del "Cóndor de los Andes" al estandarte de ese nosocomio 
Han transcurrido 459 años desde su fundación hasta nuestros días, innumerables generaciones de médicos y estudiantes han trajinado por sus salas y patios coloniales, cual si fuera un libro abierto, han aprendido a curar las enfermedades, se han formado médicos, bajo la tutoría de la Facultad de Medicina dependiente de Tricentenaria Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca
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lunes, 26 de noviembre de 2018

EL TEMIBLE WILLKA

 Antonio  Dubravcic Luksic

En 1898 la oligarquía paceña comenzó a confabular para que la sede del Gobierno sea trasladada de Sucre a La Paz. Esgrimió, como fino pretexto, la idea de federalizar al país. Un paceño, el Gral. Pando, senador por Chuquisaca, se puso a la cabeza del ejército altiplánico y muchos sucrenses se presentaron como voluntarios para defender la capitalidad.
Varias fueron las escaramuzas en la más cruenta guerra civil boliviana. El 24 de enero de 1899 el ejército sucrense, a su paso por el pueblo de Ayo Ayo, dejó en la iglesia del pueblo a veintisiete heridos para su recuperación.
Los campesinos en número más crecido y capitaneados por Zarate Willka, se precipitaron sobre el pueblo, pensando hacer presa segura de todos los que se habían refugiado en el templo. Se situaron en las calles cercanas a la plaza, incendiaron seis o siete casas, robaron, destruyeron todo lo que encontraban a su paso y dieron muerte a algunos vecinos, entre ellos a Lorenzo Blacutt, Gregorio Luna y otros. Luego estrechando más el campo de acción, cercaron la manzana donde estaba la iglesia y la incendiaron íntegramente.
Los que estaban asilados en el templo, llenos de terror ante la magnitud del asalto, no supieron que hacer. Algunos de ellos, los más serenos, se situaron en la torre y desde allí empezaron la cacería de los sitiadores, a tiro certero, con el propósito de amedrentarlos y dispersarlos, mientras los otros, y los sacerdotes, oraban y pedían a la providencia los salvase de tan apurado trance. Pero los campesinos lejos de intimidarse, y enfurecidos más bien con la muerte de sus compañeros, y embrutecidos por el alcohol, prendieron fuego al templo y de una oleada derribaron la puerta. Se introdujeron allí, y sin oír nada, se apoderaron uno a uno, del coronel Jose Avila, del teniente coronel Melitón Sanjinés, del capitán Andrés Loza y de todos los que allí se encontraban, y los sacaron a empellones al cementerio, donde les dieron una muerte cruel y tormentosa.
Faltaban aun los sacerdotes. Don Juan Fernández de Córdova, capellán de uno de los escuadrones derrotados en el Crucero, don José Rodríguez, cura de Viacha y don Francisco Gómez, cura de Ayo Ayo, que había acudido al templo, en demanda y cuidado de los heridos, se había revestido de los ornamentos sagrados, teniendo uno de ellos, Córdova, la custodia del Santísimo Sacramento en la mano, se colocaron en el tabernáculo, creyendo que esta actitud seria respetada por la horda. Más todo era en vano. Los campesinos enfurecidos aún más y con la sangre hasta los tobillos, se lanzaron sobre los sacerdotes, los despojaron de sus vestiduras, y los condujeron también al cementerio, donde los victimaron igual que a los otros... No hubo piedad alguna con ninguno. 

Al caer la tarde, la turba comandada por Pablo Zárate Willka, rompió la puerta de la iglesia; un sacerdote R.P. Fernández de Córdova blandiendo el santo crucifijo les pidió paz en nombre de Dios. A este y a otros dos más, los llevaron a la plaza. Cercenaron la pierna de uno de ellos, le abrieron el pecho y extrajeron su corazón para comérselo. Después de descuartizar a machetazos a los otros dos curas, se dirigieron hacia el interior de la iglesia, envalentonados por su gran hazaña.
Los jóvenes universitarios sucrenses, vieron el avance inexorable de la muerte que ingresaba por la puerta destruida. Un indígena observó a un sucrense herido que yacía en el suelo, alzó la picota que portaba y clavó la punta afilada en su rostro. A otros les mutilaron los pies; luego, las manos antes de ser degollados. A los demás los llevaron hasta las vigas del templo para amarrarlos de los pies, quedando colgados boca abajo. Con sus cuchillos filosos, y con una precisión de expertos carniceros, les vaciaron todas las vísceras.
En el cementerio y en la puerta misma de la iglesia se veía un hacinamiento de cadáveres, descuartizados y horriblemente mutilados. Una escena de horror indescriptible.
Eran veintitrés cadáveres o restos de cadáveres de jefes antiguos y meritorios, de ancianos sacerdotes y de jóvenes distinguidos de la sociedad chuquisaqueña.

En el mismo cementerio, en la plaza y en las calles próximas, hallábase también tendidos más de ciento cincuenta indígenas muertos a bala por los que se habían encerrado en el templo.
Casualmente, el escuadrón Junín derrotado en Corocoro, llegó a las cercanías de Ayo Ayo, en los mismos momentos en que se realizaba la masacre, pero ignorando de estos sucesos, y no pudiendo entrar al pueblo por la actitud hostil de los del lugar, siguió su camino al cuartel general de Viacha.

Tres días después, apostó en Ayo Ayo el capitán general don Severo Fernández Alonso, a la cabeza de sus fuerzas militares... Encontró en el cementerio el hacinamiento de cadáveres en medio de charcos de sangre que ya empezaba a coagularse. Profunda-mente consternado ante este horroroso espectáculo, mando lavar y dar cristiana sepultura a aquellos restos humanos.
Luego vino un silencio fúnebre. El aimara de pura cepa, Zarate Willka, levantó su pie y posó su abarca ensangrentada sobre el pecho del cadáver más cercano. Ahíto de sangre y vísceras, esbozó una sonrisa y con su mirada torva escudriñó el cuadro dantesco. La faena fue perfecta. No entendía de federalismos ni le importaba la capitalidad, solo deseaba dar rienda suelta al resentimiento que salía del fondo oscuro de sus entrañas. La sinfonía de sangre había terminado; el festín fue del agrado de todos los comensales.
Zarate Willka, un individuo subterráneo y violento que encarna el odio y el racismo, no puede representar al  indígena paceño en un billete nacional. 

El Banco Central de Bolivia ha ofendido el sentimiento de todo el pueblo chuquisaqueño al homenajear a este siniestro personaje.

miércoles, 31 de octubre de 2018

SUCESOS HISTÓRICOS IMPERDONABLES

Gastón Cornejo Bascopé
 Octubre 2018

n mi libro Epitafios demostré la ofensa histórica que la municipalidad de Cochabamba ejerce al haber adoptado como escudo departamental la imagen musulmana del blasón familiar del virrey Toledo, el genocida de los originarios en la Mita colonial y además, colocado en insólito homenaje, a los pies de la Columna de los Héroes donde justamente fueron inmolados Eras y Gandarillas, Antezana, Luján, Ferrufino, las víctimas de la Independencia patria.
 Otra ofensa histórica sucede ahora cuando el gobierno ordena la impresión de billetes oficiales con el rostro de Pablo Zárate Villka y sus asesinos originarios. Una ofensa terrible contra la culta Charcas, la intelectualidad de Sucre, la blanca ciudad y su inmaculada historia se renueva por ignorancia.
 En 24 de febrero de 1899, sucedieron las horribles matanzas de Cosmini y Ayo Ayo. El Heraldo de Cochabamba registra más de 78 jóvenes de Sucre exterminados.

 Al llegar a Cosmini el enfrentamiento entre los republicanos y federalistas fue desigual, uniformados de Pando sorprendieron con armamento adquirido en el Perú desde zanjas estratégicas a los republicanos, más luego, sucedieron los hechos incalificables. Miles de aymaras comprometidos con la revolución de Pando, senador por Chuquisaca, que falsamente enarboló el federalismo, persiguieron, cercaron y asesinaron a los heridos.

 Fueron masacrados estudiantes y docentes universitarios de las Facultades de medicina y derecho, miembros del Instituto Médico de Chuquisaca que formaron los escuadrones “Sucre” y “Monteagudo” perseguidos por las huestes de Zárate Villka. A bala y piedra los derribaron rematándolos a palos. En su retirada hasta Ayo Ayo, Sica Sica y Panduro fueron masacrados por una fuerza de montoneros que asesinaron al grito de ¡Viva Tata Pando! ¡Viva la Federalización!

 Los heridos, refugiados en el templo de Ayo Ayo fueron quemados, arrancados de la iglesia, mutilados en vida, despedazados, degollados, exterminados en su totalidad. Los asesinos embriagados de alcohol bebieron la sangre a borbotones y comieron el corazón y los miembros palpitantes de las víctimas; seis cochabambinos entre ellos.
 Cuando se conoce detalles del genocidio, un estupor profundo, un asco universal trasciende la existencia. Surge inmediato el grito de horror, el desprecio cargado de reproche por quienes ahora reabren heridas que estaban restañadas. La maldición de entonces se renueva sobre los autores de antaño y los de ogaño.
 La imagen de los asesinos adornará los nuevos billetes bolivianos. 



ARTÍCULO DE “EL HERALDO” Cochabamba 25 de enero de 1889.
LISTA DE MUERTOS EN COSMINI AYO AYO
1. José L. Raña, abogado, empleado de la Compañía Unificada, liberal.
2. Rogelio Arce, estudiante del 5º año de Derecho, sobresaliente en su curso.
3. Julio R Pinto, 5º año Derecho, el joven más inteligente de su curso.
4. Jacobo Gallo, 5º de derecho sobresaliente.
5. Alfredo Jáuregui, literato, estudiante del 4º año de derecho.
6. Antonio Bonifaz, abogado.
7. Enrique Calvo del 8º año de Derecho.
8. Raúl Groc, del 3º año de Derecho.
9. José Marìa Calvimontes, del 3º año de derecho.
10. Enrique Rojas, 2º año de derecho.
11. Zacarías Urizar, 1º año de Derecho.
12. Leoncio Julio Navas, 1º año de Derecho.
13. Estanislao Betancur, 1º año de Derecho. VICTOR BETANCUR
14. José Eduardo Pérez, del 5º año de Medicina. Inteligentísimo.
15. Luis Dávila del 1 año de Derecho, farmaceútico del hospital de Santa Bárbara.
16. Felipe Mendivil, del 3º año de Medicina.
17. Calixto Risco, del 2º año de Medicina.
18. Carlos Barrera, bachiller, empleado de la casa Urioste.
19. Abel Benavides bachiller en letras. Sobresaliente en letras.
20. Arturo Arce. Bachiller en letras.
21. Ismael Roncal. Bachiller en letras.
22. Félix Villarrubia, estudiante de colegio.
23. Darío Cardozo, estudiante de colegio. DARIO CARRAZCO
24. Pastor Castro, estudiante de colegio. CANSINO
25. Julio Ovando, estudiante de colegio
26. Desiderio Lora, estudiante de colegio.
27. Felipe Iturrichia. Contador.
28. Eulogio Selvas. Telegrafista.
29. Martín Ipiña, estudiante.
30. Eladio Fiengo.
31. Eulogio Mendoza.
32. Manuel Galdo.
33. Ceferino Valda,
34. Fortunato Sánchez.
35. Adrián Pacheco.
36. Hermógenes Céspedes. CBBA
37. Benjamín Moldes. CBBA
38. Eloy Céspedes. CBBA
39. Ascencio Balderrama. CBBA
40. Tomás P. Tapia.
41. Gavino Hidalgo.
42. Fabio Espada.
43. Erasmo Flores.
44. Marcelino Ayala.
45. N. Barzola Herrero.
EXTRAVIADOS QUE SEGÚN VERSIONES SERIAS HAN SIDO VICTIMADOS POR LOS INDIOS JUNTAMENTE CON LOS HERIDOS.
46. Rdo. Juan Fernández de Córdoba. Presbítero franciscano Capellán del escuadrón “Sucre”, Diputado por Chuquisaca y Rector del Colegio Seminario.
47. Claudio Llanos Franciscano.
48. Coronel José R. Ávila.
49. Leonidas Dorado, abogado, miembro del Directorio Liberal.
50. Belisario Loza, estudiante 5º año derecho quedó por no separarse de su hermanito.
51. Gregorio G Toro, estudiante de colegio.

HERIDOS QUE QUEDARON EN EL TEMPLO DE AYOAYO.
52. Melitón Sanjinés 3º Jefe del escuadrón “Sucre”.
53. Andrés Loza, licenciado en derecho.
54. Germán Vega, estudiante de 5º año de derecho.
55. Eladio Sucre, estudiante del Colegio Militar.
56. Jorge Campero, dentista.
57. Mariano Matienzo tipógrafo.
58. Gerardo Calvo empleado de Colquechaca.
59. Raymundo Vargas.
60. Félix Morales.
61. Prudencio Gómez, abogado hijo del actual ministro de Guerra.
62. Napoleón Camacho, bachiller de Letras. .
63. N. Zuna. Empleado de Correos. LLEGÓ SOBREVIVIENTE A ORURO
64. Jesús Martínez tipógrafo. LLEGÓ SOBREVIVIENTE A ORURO
65. Manuel Vasquez
66. Miguel Gonzales
67. Fabio Espada
68. n Carretero
69. Carlos Barrios
70. n. Ochoa
71. n. Moscoso
72. José Peres
73. n. Montero
74. n. Loayza
75. Isaac Caso
76. Eulogio Silva
77. Gabino Iraola
78. n. Ayala
79. n. Silva
80. Adolfo Siles CBBA
81. Nicanor Vargas. CBBA
82. N. Barrero
TOTAL 78 ASESINADOS. Llegaron 6 a Oruro
Seis soldados cochabambinos aparecen en la lista masacrados y salvajemente comidos sus despojos humanos: Hermógenes Céspedes, Benjamín Moldes, Adolfo Siles, Ascencio Balderrama, Nicanor Vargas, Eloy Céspedes.

Artículo descriptivo de El Heraldo recibido de La Capital Sucre.

“Ahí está el cuadro más horroroso que el Universo haya contemplado. Heridos arrancados del sagrado templo y mutilados en vida; hombres despedazados y quemados; y alrededor de estos despojos una turba de caníbales con las fauces llenas y la bocas tintas de sangre humana. Ahí está la profunda sima, la infranqueable barrera de sangre entre La Paz y el resto de La República. ¿Qué es esto Dios santo? ¿Es la realidad la que `palpamos o somos víctimas de un horrible ensueño? Madres, hijas, esposas y prometidas: confundid vuestras lágrimas con vuestras maldiciones. La hidra de la revolución acaba de inscribir los nombres de los vuestros en el escalafón de los mártires por la Patria. ¡Bolivianos todos: una lágrima para ellos y un brazo armado para castigar el gran crimen!
Los indios y las mujeres dejaban caer de los techos grandes pedrones. Uno de ellos tocó al soldado Eulogio Selvas que cayó del caballo, recibió otra pedrada que lo dejó exánime, cayendo en seguida sobre él una lluvia de palos hasta ultimarlo. Son alcanzados por las turbas de caribes que sacian su sed con la sangre de las víctimas y su hambre con los miembros humanos todavía palpitantes. De la pálida frente de un moribundo mana un torrente de sangre. ¡Qué horrible cuadro! ¡Qué ejemplo tiene en la historia esta matanza salvaje! El tempo ha sido quemado y degollados los heridos, todos los que en él se hallaban. ¿Ha saciado La Paz su sed de sangre? Se ha cumplido la idea federal de arrancar de los bancos del parlamento para bautizarla con torrentes de sangre? Entre La Paz y el mediodía de Bolivia hay un río de sangre que ni ella lo pasará ni nosotros lo franquearemos.
Los asesinatos de Cosmini y las degollinas de Ayo Ayo son la eterna excomunión de ese pueblo. ¡Desde el 24 de enero de 1899, ni La Paz es Bolivia, ni Bolivia es La Paz!”.

“Lugentes Campi” – “Alegoríá de Ayo Ayo”

Lugentes Campi es el título de un escrito sobre los sucesos de Ayo Ayo del eminente orador Mariano Baptista. En una hermosa alegoría el conocido pintor José García Mesa, trasladó al lienzo con una habilidad digna de él, el campo de dolor descrito en el artículo mencionado. Bolivia, representada por una mujer, tiene retratada en su semblante, la más viva desesperación y entre sus manos está arriada la tricolor; a lo lejos se distingue el incendio de templo de Ayo Ayo y a cierta altura se divisan las siluetas de Córdova, Sanjinés, los hermanos Loza y demás mártires con un parecido formidable”.
Las innecesarias crueldades de los soldados unitarios también provocaron en respuesta una terrible masacre en la iglesia de Ayo Ayo, donde el escuadrón constitucional Sucre fue muerto en manos de los indígenas. La muerte de lo más selecto de la juventud sucrense en Ayo Ayo fue un golpe difícil de olvidar para los chuquisaqueños. Indignado por estos acontecimientos Mariano Baptista escribió uno de los artículos más racistas contra la población aimara titulado “Lugentes Campi”, campos del dolor.

LA MASACRE

Después de la batalla del primer crucero del 24 de enero de 1899, las derrotadas fuerzas alonsistas se retiraron a descasar y curar sus heridas en el pueblo de Ayo Ayo. La selecta juventud chuquisaqueña no sabían el final trágico que les esperaba en ese sitio.
El doctor Antonio Dubravcic Luksic en su artículo “LA GUERRA FEDERAL” – MASACRE DE COSMINI Y AYO AYO- publicado en http://www.revistamedica.8m.net (Federal) escribe de la siguiente manera:

“…Los heridos en el combate de Cosmini se quedaron en Ayo Ayo. Al atardecer, más de un centenar de comunaríos rodearon el pueblo, tomaron la plaza principal y el hostigamiento a los heridos que se encontraron refugiados en el templo.
Ayo Ayo, en una aparente tranquilidad, se notaba que algo terrible fuera a ocurrir, se dice que un manto plomizo cubría el cielo, se escuchaba el ulular de los chiflones del viento, haciendo mover los pajonales del altiplano.
El Templo de Ayo Ayo, servía de asilo y hospital a los heridos, donde los curas franciscanos, trataban de mitigar el dolor de los heridos, lavándoles con trapos empapados de agua, afuera, los vecinos se preparan asegurando sus puertas, para no ser agredidos.
Don Camilo Blacut, chuquisaqueño, pero vecino de esa localidad, decide protegerse en el Templo, junto a sus dos pequeños hijos, mientras en las cercanías del lugar, expectantes, agazapadas, las hordas de Zárate Willca, esperan la orden de ataque.

De pronto, rompiendo el silencio pesado, se escucha gritos salvajes, confundidos con el sonido de miles de pututus, los brutos saltan de sus posiciones, rostros cobrizos atizados por el sol, cubiertos con “wayrurus” y sombreros rústicos, invaden las calles de Ayo Ayo, atacan las casas, arrojando antorchas a los tejados de paja, los vecinos, aterrados les abren las puertas para ofrecerles alcohol, con la creencia de no ser dañados.
La indiada, ingresa a las casas atropellando, se apodera de las botellas, para luego beber como si fuera agua, se embriagan más de lo que estaban, en ese estado, se acercan al Templo Sagrado, gritos y saltos demoníacos se nota en estas hordas, al estilo de los “Hunos” de Atila, comienzan a destrozar la puerta, adentro, el padre Jesuita Juan F.de Córdova, capellán de la tropa, reza el “Padre Nuestro”, los soldados ven azorados a la indiada beligerante. Una vez abiertas las puertas del Templo, se abalanzan sobre don Camilo y sus dos hijos, son arrastrados al centro de la plaza, allí, sobre una roca, lo tienden como para hacer un sacrificio humano, le arrancan la lengua, le vacían los ojos, le cae golpes de “makanas”, don Camilo, muere horrendamente en medio de un charco de sangre, y ante los gritos desesperados de sus pequeños.

No satisfechos con este horrendo acto, se dirigen al Templo en busca de más víctimas, el padre Fernández de Córdova, sale al atrio portando en las manos un crucifico, lleno de terror y mostrándoles la cruz, exclama: “Háganlo por él, no nos maten, todos somos hermanos”. ¡Dios los castigará! Todo fue en vano.
El padre Fernández de Córdova, es levantado, luego conducido al centro de la plaza, con golpes de hacha le cercenan los pies, con un tajo de cuchillo le abren su pecho, para arrancarle el corazón, que palpitante aun, desaparece entre los dientes de un caníbal del altiplano.
Los curas franciscanos, son apresados mientras rezaban en el altar, los malditos se abalanzan sobre ellos, y de inmediato les cae golpes de hachas.
Finalmente son degollados, sus cabezas, son arrojadas de un lado a otro, haciendo un juego macabro, con gritos salvajes de los beodos.

El Coronel José de Ávila, se esconde en el sepulcro destinado a la imagen de Cristo, los malditos no respetan el lugar, le sacan, de inmediato recibe puñaladas, dándose fin a su vida, en medio de la algarabía, de estos “Atilas” del altiplano.
Melitón Sanjinez, herido en una pierna, recibe en pleno rostro el impacto de la punta de una picota, crujen sus huesos de su cara, muere instantáneamente, el pico, quedó clavado en su rostro.

Félix Morales está siendo mutilado, desaparecen sus pies y manos, luego lo rematan degollándolo.
Víctor Betancour, Ismael Roncal, Eladio Fiengo y Eulogio Selvas, son colgados desnudos boca abajo en las vigas, con cortes de cuchillo son vaciados sus intestinos, quedan como animales faenados.
A Ricardo Alba, Belisario Lora, Miguel González, Jorge Campero, y Mariano Matienzo, ya muertos, con los brazos colgantes, están siendo arrastrados, atados sus pies con cables de telégrafo a los caballos, para luego ser arrojados a las hogueras.

A Calixto Risco, lo están degollando, luego su cabeza es mostrada, por un janigua embrutecido.
Abel Benavides, trata de huir, un certero hachazo en la nuca lo deja en seco. A Pastor Castro, Zacarías Urizar, Claudio Sucre y Adrián Pacheco, “les están arrancado sus lenguas”, los borbotones de sangre no los deja respirar, con picos y hachas dan fin a sus vidas, para luego ser clavados en los muros.
Dos muchachos esperan su turno con terror, bien abrazados en un rincón, a Andrés Loza, en poco tiempo lo rematan a machetazos. Su hermanito Belisario, de 12 años, que se quedó a cuidarlo… ¿y de ese niño?… en breves minutos, ¡sólo quedan sus huesos!... ¿Y la carne?... ¡¡Horror!!.

¡¡Lugentes Campi!! ¡¡Campos de dolor!!

La iglesia con las puertas abiertas de par en par, se inunda con la sangre de estos infortunados. El altar se convirtió en piedra de suplicio, ya muertos los victimados, siguen recibiendo golpes, que se sienten sordamente en el ambiente
Todo ha terminado; ahora, solo se siente el hedor de los alientos, el hacinamiento de la indiada, los caníbales del altiplano, brindan con alcohol su macabra tarea, se escucha sonidos guturales, de sus belfos babosos.
Los lobos humanos abandonan el templo, el silencio invade el lugar, sólo se escucha el gemido del viento, como si fuera un llanto aterrador, las vigas de madera, crujen con el peso de los cuerpos colgados, que se balancean en un vaivén, lento y macabro.

Brazos, piernas, cabezas, cuerpos descuartizados, revolcados en charcos de sangre, esparcidos por todo el atrio, que hace días, servía para elevar una oración, ahora, se convirtió en un matadero baldío, lúgubre, tétrico y espeluznante, un escenario dantesco, sembrado de cadáveres mutilados, junto a imágenes religiosas, manchadas de sangre, mudos testigos del dolor y el horror…”


COMENTARIO. 
Este relato macabro lo enviaré al Concurso de Literatura  Fantástica convocado por una entidad literaria argentina. Seguramente ganaré el Primer Premio.
Solamente anotaré al término del escrito:
No es un relato imaginado sino un evento real, un feroz atentado contra la vida y la dignidad de los ciudadanos de Bolivia efectuado por asesinos sin nombre, apañados por la política criminal de ese tiempo y realzado con odio y perversidad en este tiempo.





lunes, 29 de octubre de 2018

BICENTENARIO DE LA DECLARACION DE INDEPENDENCIA DE LA REPUBLICA ARGENTINA TUCUMÁN 9 DE JULIO DE 1816


Dr. Antonio Dubravcic Luksic
La Audiencia y Cancillería Real de La Plata de los Charcas, conocida simplemente como Audiencia de Charcas fue el más alto tribunal de la Corona española en el Alto Perú (hoy Bolivia)
El nacimiento de las naciones americanas tuvo su momento culminante entre los años de 1809 y 1816; los procesos que dieron origen a estas primeras naciones independientes en la América Hispánica, estuvieron acompañados de una promesa de Libertad. (1)
En 1809 se inició el Primer Grito de Libertad en Chuquisaca el 25 de mayo, continuando en La Paz el 16 de julio. Cronológicamente, las agitaciones contra la Corona Española, continuaron en Quito, Caracas, Buenos Aires el 25 de mayo de 1810, Bogotá, Cochabamba, Guanajuato México, Santiago de Chile, Santa Cruz de la Sierra, culminando en Potosí.(1)
 El 9 de julio de 1816 se firmó el Acta de Independencia de la República Argentina. Insólitamente, Bolivia en cuyo territorio se inició el proceso de independencia latinoamericana, fue el último país en obtener su libertad el 6 de agosto de 1825. (2)

 “La fundación de San Miguel de Tucumán y Nueva Tierra de Promisión se produjo el 31 de mayo de 1565 por Diego de Villarroel.   
La República Argentina nació oficialmente el 25 de mayo de 1810 con la instalación de la Primera Junta de Gobierno.
La Independencia de las llamadas Provincias Unidas del Río de la Plata fue declarada el 9 de julio de 1816 en la ciudad de San Miguel de Tucumán. A pocos metros hacia el sur de la “Plaza Independencia” se encuentra la Casa Histórica de la Independencia, casona del Siglo XVIII que perteneció a Doña Francisca Bazán de Laguna; allí funcionó el Congreso General Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata que declaró la Independencia Nacional. (3)
El historiador argentino Enrique de Gandia en una publicación del Diario La Nación, entre otras cosas decía: “Los hombres de Tucumán aparecen en su mayoría con frecuencia olvidados en la historia argentina. Ellos dieron nacimiento a nuestra patria. La posteridad en vez de grabar sus nombres con letras de oro sobre una placa inmensa, los ha envuelto en injusta ignorancia. Su memoria hoy sobrevive por haber firmado el Acta de la Independencia. Los libros de historia recuerdan sus nombres en conjunto. No debe olvidarse que todos ellos representaban la parte más selecta de su provincia. Eran abogados, sacerdotes, de cultura amplia y profunda formados en los claustros de maestros europeos” (4)

La Declaración de la Independencia fue un acto soberano y colectivo. El histórico Congreso de Tucumán se reunió por primera vez, en 1816, los 32 diputados que sesionaron para proyectar una nueva nación. Allí se trazaron los primeros lineamientos de lo que luego sería la Argentina. (5)



"Acta de Independencia de las Provincias Unidas de Sud - América" 
Nos los Representantes de las Provincias Unidas en Sud América reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los Pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los Reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli. Quedan en consecuencia de hecho y derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y ratifican, comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad, bajo del seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama.

Dada en la Sala de Sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros Diputados Secretarios.
(7)

El Acta, fue redactada por José María Serrano, diputado por Charcas
HISTORIA DE LA “BANDERA DE LA MACHA
Manuel Belgrano enarboló por primera vez esta bandera a orillas del Río Paraná el 27 de febrero de 1812, convencido de la necesidad de disponer de una bandera propia tomando los colores de la escarapela. (Blanco, celeste y blanco)
 LAS DOLOROSA DERROTA DE VILCAPUGIO Y AYOHUMA
Manuel Belgrano, al mando del Ejército del Norte, al finalizar el mes de septiembre de 1813, llegó al “Campo de Vilcapugio” (Norte de Potosí). Las Tropas Realistas, comandadas por el General Joaquín Pezuel se hallaron acantonadas en Condo Condo.

·        El 1 de octubre de 1813, las tropas del General Belgrano sufrieron la derrota en Vilcapugio. Fueron sorprendidas por el Ejército de Pezuela, en Vilcapugio murieron cerca de 1.000 efectivos.
·        El Ejército del Norte notoriamente disminuido, tuvo que retirarse hacia Potosí haciendo un alto en Macha (Chayanta), con el fin de reunir a la tropa dispersa y reorganizarse para seguir la Campaña del Alto Perú.

·        El 14 de noviembre de 1813, se produce la segunda amarga derrota que sufrió el Ejército de Belgrano en Ayohuma. (8)

El General Manuel Belgrano se dirigió al pueblo de Macha, en la actual Bolivia, temeroso de que las fuerzas realistas pudieran adueñarse de ambas banderas: la del Ejercito del Norte (blanco, celeste y blanco) y la de la República Argentina (celeste, blanco y celeste) solicitó al cura de la iglesia de Titiri, sacerdote patriota Juan de Dios Aranivar para que guardase las mismas, evitar que fuesen capturadas por los españoles y llevadas como trofeos.

Permanecieron ocultas en ese lugar aproximadamente 72 años, hasta que en 1.883 fueron descubiertas. El escritor y abogado cochabambino Ernesto Daza Rivero manifiesta: “mi bisabuelo paterno, Dr. Abdón S. Ondarza, en esa entonces - Sub-Prefecto de Chayanta -, anoticiado de que, se encontraron estas banderas, informo al Supremo Gobierno, recibiendo la instrucción de recogerlas y llevarlas con gran solemnidad para ser depositadas en la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe en la ciudad de Sucre”. Posteriormente la Bandera de Macha,(Blanco, Celeste y Blanco) fue entregada al “Museo Histórico de la Casa de la Libertad y la Sociedad de Geografía e Historia de Sucre”, donde se halla actualmente. (6)

Junto a esta bandera, también fue encontrada la Bandera de Ayohuma, (azul, blanco y azul) fue entregada por el gobierno de Bolivia, actualmente se conserva en el Museo Histórico Nacional en la ciudad de Buenos Aires.(7)
 La provincia de Tucumán, por medio de la ley del 13 de abril de 2.010 adoptó a la “Bandera de Macha” como su bandera (9).

Bolivia regaló a Tucumán una réplica casi exacta de la Bandera de Macha. La original se encuentra en Sucre. El acto en Tucumán se realizó en el mes de febrero de 2012, en el Museo de la Casa Histórica. Allí, el director de la Casa de la Libertad de Sucre, efectuó la entrega de la réplica a la Fundación del Bicentenario en la Casa de la Independencia
En esa oportunidad, también llegaron a Tucumán los descendientes del coronel Melchor Daza, héroe y combatiente de la Batalla de Tucumán. Mostraron la condecoración que le entregó el general Manuel Belgrano luego de la Batalla de Tucumán. También exhibieron la condecoración que le otorgaron por la Batalla de Salta",

DIPUTADOS POR EL ALTO PERÚ
JOSÉ SEVERO MALABIA Nació en Charcas, Doctorado en la Universidad de San Francisco Xavier de Charcas, participó en el movimiento revolucionario de Chuquisaca del 25 de mayo de 1809. Electo diputado al Congreso de Tucumán. Fue un jurista de relieve que culminó su carrera como ministro de la Suprema Corte de Justicia de Bolivia


JOSÉ ANDRÉS PACHECO DE MELO Nació en Salta en 1779, Estudió teología en Córdoba y fue cura de campaña en Potosí, representó en el Congreso de Tucumán en 1816. En Tucumán al redactarse el proyecto de Constitución Nacional, impulsó que se consignara enfáticamente la igualdad de derechos y dignidad de los indios y los demás ciudadanos y serían todos regidos por las mismas leyes. 

PEDRO IGNACIO DE RIVERA Nació en Mizque, Cochabamba, en 1753, Se recibió de abogado en Charcas, Actuó en el movimiento revolucionario de Chuquisaca de 1809 por lo que fue perseguido por los realistas. Al regresar a su ciudad fue elegido diputado al Congreso de Tucumán. Por ser el Congresal de mayor edad, debió tomar juramento a su primer Presidente.

MARIANO SÁNCHEZ DE LORIA (Charcas) Nació en Charcas en 1774, Se doctoró en jurisprudencia en la Universidad de su tierra natal, participó activamente en la revolución del Alto Perú de 1809. Brillante orador, fue designado Diputado al Congreso de Tucumán, Retorno a su ciudad natal sacerdocio llegando a ser canónigo de la Catedral de Charcas, donde desde su histórico púlpito revivió sus famosas arengas patrióticas.

 JOSÉ MARIANO SERRANO Nació en Charcas Se doctoró en jurisprudencia en la Universidad de Chuquisaca. Estaba radicado en Tucumán fue designado a la Asamblea de 1813. Propuso que los documentos de la declaración de la independencia de Argentina,  fuesen escritos también en Aimara y Quechua. Al declararse la Independencia de Bolivia fue quien presidió la Asamblea. Fue Presidente de la Suprema Corte de Justicia de Bolivia. (10)(11)(12)
TOMÁS MANUEL DE ANCHORENA Nació en Buenos Aires en 1783. Perteneciente a una distinguida familia porteña estudió abogacía en Charcas. Regresó luego de la Revolución de Mayo como colaborador del General Belgrano
ESTEBAN AGUSTÍN GASCÓN Nació en Oruro (Alto Perú). Doctor en derecho en la Universidad de Charcas siendo uno de los promotores de la Revolución de 1809. Por el apoyo que proporcionó al Ejército del Norte antes de la Batalla de Salta, el General Belgrano lo designó Gobernador de esa provincia. Tras las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma se radicó en Buenos Aires, fue designado diputado por esa ciudad al Congreso de Tucumán
PEDRO MEDRANO Doctor en leyes en la Universidad de Charcas. Fue elegido representante ante el Congreso de Tucumán, ocupando la presidencia provisional al iniciar sus sesiones
FRAY CAYETANO RODRÍGUEZ Fue maestro de Mariano Moreno y su gran admirador. Activo colaborador de la Revolución de Mayo de 18010.
ANTONIO SÁENZ. Doctorado en Teología y Leyes en la Universidad de Charcas. Como religioso fue secretario capitular del cabildo eclesiástico Tuvo activa participación en la Revolución de Mayo de  1810. Posteriormente fue elegido por Buenos Aires como diputado al Congreso de Tucumán.
LUIS GERÓNIMO SALGUERO DE CABRERA Y CABRERA
Nació en Córdoba en 1763, falleció en Chuquisaca en 1840. En 1816 fue incorporado al Congreso de Tucumán como uno de los cuatro representantes por esa provincia Luego de otras funciones públicas, por controversias con el gobernador López Quebracho, retorno a Chuquisaca donde falleció.

TEODORO SÁNCHEZ DE BUSTAMANTE
Nació en Jujuy en 1778. Murió en Santa Cruz de la Sierra en 1851. Estudió abogacía en la Universidad de Charcas participando activamente del movimiento revolucionario de 1809. Electo por la provincia de Jujuy, se incorporó al Congreso de Tucumán, participando en la firma el Acta de Independencia de Argentina

BIBLIOGRAFIA
2.- Dubravcic L. Antonio “Bicentenario de Independencia de la naciones americanas” Boletín de la Sociedad Geográfica y de Historia Sucre Nº 484 Año 2011, página 11
3.- http://www.museocasahistorica.org.ar/
4.- Cnel. (R) Arístides Bracamonte “Los hombres que declararon nuestra independencia el 9 de julio de 1816” 

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