AL
MAESTRO CON CARIÑO
Dr. Abundio Baptista Mora
Médico Especialista en Leprologia e Infectología
En ésta oportunidad
quería yo hablar solamente del médico, del maestro, pero es inadmisible hablar
del médico solamente, porque perderíamos la esencia de su extraordinaria
personalidad, y por tanto pido el consentimiento para ampliar en algo el
alcance de mi razonamiento. Como por estas opiniones, que algunos verán un
tanto exageradas no acaba de saberse a quien me refiero, voy a decirlo y con más justeza y
puntualidad, empezando por ponerse en claro algunos antecedentes de su clase: me
refiero al Doctor Antonio Dubravcic
Lukcic; el médico, el maestro,
el profesional, el amigo, el filántropo; dueño de un temperamento equilibrado,
circunspecto en sus ideas, razonable en sus sentimientos, prudente en sus
acciones, toda su personalidad se irradia céfiro en una templada y viril
generosidad.
Su
vida y su formación
Dr.
Antonio Dubravcic Lukcic, nació en la ciudad de Oruro, un 14 de julio de 1938.
Ingresa a la Facultad de Medicina de la Universidad de Charcas, de donde, un 25
de julio de 1963, obtiene el título Académico de Doctor en Medicina y Cirugía.
En fiel cumplimiento del servicio rural, presta sus servicios en el Centro
Minero de Catavi. Realiza su formación
en la especialidad de Urología – Nefrología en el Hospital Militar Central de
Bogotá, Colombia. Complementa su formación en el Hospital Universitario de Haifa,
Estado de Israel; Escuela de Medicina de la Universidad de Miami; Servicio de
Urología del Hospital “El Salvador” Santiago de Chile.
Cargos que desempeño:
Catedrático de Nefrología en
la Facultad de Medicina. Director del Departamento de Medicina, Director de
Carrera de Medicina, Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca;
Médico Fundador del Servicio de Nefrología del Hospital Santa Bárbara; Fundador
del Servicio de Nefrología y hemodiálisis en el hospital “Jaime Mendoza”
C.N.S.; Médico Urólogo _ nefrólogo; Jefe del Servicio de Cirugía, Director de
Enseñanza; Jefe Médico Regional de la Caja Nacional de Salud. Director del
Hospital "Jaime Mendoza" Caja Nacional de Salud.
Sociedades científicas a las
que pertenece:
Miembro correspondiente de la
Sociedad Colombiana de Urología. Sociedad Boliviana de Urología. Socio
correspondiente de la Sociedad Israelí de Nefrología. Socio Fundador de la
Sociedad Boliviana de Nefrología. Confederación Americana de Urología; Sociedad
Latinoamericana de Nefrología; Sociedad Geográfica y de Historia “Sucre”;
Director de la Revista de la Facultad de Medicina: “Archivos Bolivianos de
Medicina”. Presidente del Comité Organizador “III Jornadas Nacionales de
Medicina Interna; III Jornadas de Nefrología
y V Jornadas de Cardiología.
En el Instituto Médico Sucre, ex
Editor de la Revista y página web durante 12 años
Vicepresidente de la Sociedad
Geográfica y de Historia “Sucre”; editor del Boletín de esa institución.
Académico de la Academia Boliviana
de Historia de la Medicina
Condecoraciones y
distinciones:
·
Distinción al mérito “Bodas de
Plata Profesionales” Sociedad Boliviana de Cirugía – Filial Sucre;
·
Medalla de Oro, Premio
al Mérito Profesional, Colegio Médico de Bolivia 1995;
·
Medalla de Oro y Diploma al
Mérito Profesional “Sociedad Boliviana de Urología”1997
·
Plaqueta de Reconocimiento por
el ejercicio profesional “Sindicato Médico y Ramas Anexas” Caja Nacional
de Salud de la Regional Sucre
Inefable profesor
Su voz
cálida y fina, con destellos de una policromía académica matizada con los más
exquisitos florilegios, no se la lleva
el viento: queda perdurando como paradigma de generaciones posteriores; y su cátedra
es su obra, obra de arte, de pensamiento, de filigrana que adorna y modela al
hombre, al estudiante, al profesional, que en sus ansias de aprender encuentra
al ideal orfebre, el maestro; el que transforma las verdosas aguas para
convertirlo, de inútil y estéril que es, en abundosa tierra fértil, copiosa de
ideas; floresta abundante de pensamientos, numen del saber. ¡Cómo olvidar tus gestas
insigne maestro!
… amigo
Maestro, son tus sinceros apotegmas y enseñanzas, de egregia prosapia, que se reflejan
en tu rostro escrita con brío a modo de blasón…
Versatilidad viva, verbigracia: literato,
académico e historiador
“Todo
cuanto se haya dicho o se haya hecho, si no está escrito: ni se ha dicho ni se
ha hecho”, reza un adagio nacido de la experiencia, que demuestra la
importancia de contar con una cronología documentada de los acontecimientos
médicos suscitados en cada escenario y en su tiempo. Sin este rigor pragmático,
no se hubiera llegado a conocer ni difundido el “Canon de Avicena”, que fue la regla médica durante cinco o seis
siglos., ni a Lucas de Antioquía, médico de la escuela Helénica, asistente de cabecera del apóstol Pablo, que
tiene en su haber el libro de los Hechos y
el
Evangelio que lleva su nombre.
Lo antedicho es una mínima muestra.
No
pretendo referirme a literatos que sean un modelo de casticismo, ni a sufridos
poetas, menos a excelsos historiadores;
pero, Antonio Dubravcic
exterioriza su diáfana intensión, sus
ansias de servicio pletóricas de voluntad, floresta del saber, que con su hermosura
testifican la suficiencia en profundidad
de pensamiento, en brillantez de
expresión y sutil imaginación. ¡Admirable maestro!
…Las
artes existen porque los hombres están ávidos de percibir la belleza; las
ciencias y el conocimiento, porque los hombres están sedientos de verdad; así
podrán aprender cuál es la evolución de la humanidad y se verá que el progreso
de la ciencia y el conocimiento son el alma de la evolución en todas sus
manifestaciones…
Tal
vez este deleite que siente Antonio Dubravcic, ésta placentera contribución
retórica en la bella obra propia, sea el manantial más fecundo del cual se
nutre el valor artístico literario; que impulsa el pilar fundamental que
sustenta las raíces más íntimas del conocimiento ─ la investigación ─ alimento científico que vuela céfiro en busca de la presta e
inteligente receptividad, sin la cual
las sociedades están condenadas a vivir aplicando cataplasmas y lenitivos a su
horizontal mediocridad, y se acuestan entonando
sus tristes melopeyas y ufanos soliloquios.
¡Si eres de bienes atesorar, e impávido soslayas el conocimiento…!
¿De qué te vale tu tesoro, entonces,
médico pusilánime?
¡Debajo tus “hábitos” te mofas donosamente de todos y de ti mismo!
Este
amor a la belleza del arte, la historia y la literatura es completamente
desinteresado y de manera admirable, de éste desinterés deriva sus más puros e
intensos placeres, que son como su recompensa a sus fatigas, incomprensiones y
aciagos momentos.
Para
quienes fuimos discípulos de Antonio Dubravcic, significa la sutil rúbrica
puesta en el perpetuo acontecer de los sentimientos, eso significa Antonio
Dubravcic, para quienes fuimos sus discípulos en la cátedra, ahora, amigos y
colegas; serás por siempre, paradigma en nuestros andares. ¡Admirable Maestro!
Sinceramente,
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