Balcones y Tocadores en la
ciudad
de Sucre
de Sucre
Antonio Dubravcic Luksic
Villa de La Plata, fundada por
Pedro Anzures
de Campo Redondo el 29 de
septiembre de 1538
Plano de la Ciudad de la Plata.
Por Ildefonso Luján,
oficial pintor.
(5 de diciembre de 1777--9 de
marzo de 1779).
Museo de historia – Buenos Aires
La ciudad de
Sucre sigue el plano de damero, común en las ciudades coloniales, con una red
de plazoletas, jardines y parques que otorgan gran armonía al conjunto urbano.
Es llamada la
ciudad blanca de América, la cual atesora arquitectura patrimonial, señorial,
conservadora de su visión colonial, fue
declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad
Sucre es una de las ciudades de arquitectura hispánica mejor
conservada en América Latina.
Se aprecian fuentes labradas en granito, iglesias antiguas y
casas techadas con tejas de barro cocido, de paredes blancas espolvoreadas con
cal, le dan un toque de distinción a la capital, junto a los artísticos
balcones que destacan en las alturas entre todo el conjunto colonial.
Alegoría Republicana de Ricardo Cahutín
Haciendo
referencia a algunas de las características de la ciudad de Sucre, capital de la República de Bolivia
In illo tempore
Érase una vez la culta Charcas.
Érase un veinticinco de mayo de 1809.
Día de Sta. María Magdalena de Pazzi en el santoral litúrgico.
Y, tus cobres tocaron a rebato despertando a la América dormida
del sueño de siglos de despotismo ilustrado.
Érase una vez la culta Charcas.
Érase un veinticinco de mayo de 1809.
Día de Sta. María Magdalena de Pazzi en el santoral litúrgico.
Y, tus cobres tocaron a rebato despertando a la América dormida
del sueño de siglos de despotismo ilustrado.
Érase una vez, la ciudad Blanca en
el mes del floreal.
Y, tus bronces enronquecieron convocando a los hijos del Nuevo Mundo: Patricios y plebeyos, criollos y libertos,
Y, tus bronces enronquecieron convocando a los hijos del Nuevo Mundo: Patricios y plebeyos, criollos y libertos,
zambos y cholos, mestizos y
originarios.
Todos: Fieles, infieles, agnósticos, herejes y masones.
Al clamor de: Libertad!... Mueran los chapetones!.
Todos: Fieles, infieles, agnósticos, herejes y masones.
Al clamor de: Libertad!... Mueran los chapetones!.
Érase una vez, Chuquisaca la
colonial.
Y, abrieronse sus boulevares afrancesados en lluvia de:
amapolas, rosas, claveles, crisantemos, camelias,
ulalas, cantutas y la flor del airampu…
Y, abrieronse sus boulevares afrancesados en lluvia de:
amapolas, rosas, claveles, crisantemos, camelias,
ulalas, cantutas y la flor del airampu…
Érase una vez, la ciudad de los
cuatro nombres,
cuna de guerrilleros de la independencia,
de Juana la amazona, centinela americana,
de caídos en la Calancha de estudiantes en rebeldía.
cuna de guerrilleros de la independencia,
de Juana la amazona, centinela americana,
de caídos en la Calancha de estudiantes en rebeldía.
Sucre!..
Dónde buscar tu historia?. ¿Dónde?.
¿Dónde quedó la Patria?...
Sucre!.
Guardaremos tu historia.
Agrandaremos tu memoria.
Que nada ni nadie.
Enteraos fanáticos conversos.
Nada ni nadie, permutará tu tempus statuo de:
Capital Republicana.
Érase una vez
Guardaremos tu historia.
Agrandaremos tu memoria.
Que nada ni nadie.
Enteraos fanáticos conversos.
Nada ni nadie, permutará tu tempus statuo de:
Capital Republicana.
Érase una vez
Los Balcones
En Sucre son únicos, a pesar del paso del
tiempo aún nos asombran con su belleza y son elementos característicos de la
arquitectura colonial. Presentes en todo tipo de vivienda, son motivo de
admiración y vanidad.
Los balcones servían principalmente para disfrutar de los acontecimientos cotidianos de la ciudad. Cabe señalar que en todos los modelos había dentro de ellos bancos confortables para disfrutar de la estancia, tanto para pasar noches refrescantes de verano como noches de luna y largas esperas del ser amado
Los balcones servían principalmente para disfrutar de los acontecimientos cotidianos de la ciudad. Cabe señalar que en todos los modelos había dentro de ellos bancos confortables para disfrutar de la estancia, tanto para pasar noches refrescantes de verano como noches de luna y largas esperas del ser amado
Entre
sus funciones, estos miradores servían para ver pasar las procesiones
religiosas, también para que las jóvenes de familia acomodada salgan a escuchar
las serenatas que los pretendientes les llevaban y también durante el Carnaval
.Era una
costumbre muy tradicional cuando bajaban las comparsas llevando sus cascarones
llenos de perfumes, las jóvenes salían a los balcones para recibirlos, como una
forma de galanteo
Lo
más importante es saber que aquellas obras de arte, son mudos testigos de una
larga historia y que podrían contarnos con lujo de detalles cada paso del
acontecer histórico y cotidiano de la bella ciudad de Sucre. Ojos
y oídos de la ciudad, cómplices y testigos de amor, arte y belleza.Vigilantes
centinelas, guardianes perpetuos del diario vivir de una Sucre de eterno
encanto y seducción.
Tocadores
Los artesanos
fraguaron el bronce y el hierro de los tocadores, mudos testigos de romances,
matizados por el sentimentalismo sucrense de las casas de evocación española.
El son mágico del tocador enamorado y bohemio, que con estribillos breves en su
hablar en Morse llama al amor, al encanto y al recuerdo.
Estos tocadores sucrenses se
componen de dos partes, el llamador propiamente tal que cuelga de la puerta de
calle y el botón de hierro incrustado en aquélla, donde se da el golpe.
Según algunos
historiadores, los primeros tocadores fueron utilizados por los caballeros que
ingresaban a las casas señoriales a caballo y, sin desmontar, tocaban o
llamaban a la puerta para ser atendidos. Así, muchos tocadores se encuentran a
una altura de dos metros y presentados con diversidad de decoraciones
La tradición de los tocadores llamadores en Sucre persiste hasta
nuestros días. Muchos de ellos son piezas artísticas de bronce o hierro en el
que se esculpen caras humanas, de animales mitológicos o formas más comunes
como coronas y argollas que datan de tiempos muy antiguos.
Un tocador común es aquél en forma de una mano
femenina, pero existen aquellos que tienen formas más originales, como la de un mono, o la de un rostro humano que burlonamente saca la lengua a todos los transeúntes que le dediquen una mirada.No obstante, aún hoy se puede encontrar en la ciudad de Sucre una gran variedad de tocadores muchos de los cuales datan de la época colonial, como mudos testigos del paso del tiempo y un extraordinario ejemplo de la maestría y destreza para los detalles, de los cerrajeros de aquella época
Un tocador común es aquél en forma de una mano
femenina, pero existen aquellos que tienen formas más originales, como la de un mono, o la de un rostro humano que burlonamente saca la lengua a todos los transeúntes que le dediquen una mirada.No obstante, aún hoy se puede encontrar en la ciudad de Sucre una gran variedad de tocadores muchos de los cuales datan de la época colonial, como mudos testigos del paso del tiempo y un extraordinario ejemplo de la maestría y destreza para los detalles, de los cerrajeros de aquella época
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